Tuve miedo de aquella mirada temblorosa
Tenía todo el deseo de odiarme y la frustración de no poder hacerlo
Tus palabras no parecían ser lo que decías
Por mas que pedías que marchara
Cada vez que volteaba me detenías con mas mentiras.
Si dices odiarme, ¡hazlo!
No tan solo pretendas hacerlo.