martes, 12 de febrero de 2013

HAY DÍAS COMO PIEDRAS...Y LLUEVE MANSAMENTE


ANTE EL NEFASTO PARTIDISMO, Y AGOTADOS, BAJO UNA MANIPULACIÓN SIN LIMITES, MUCHOS NOS VEMOS desfallecer EN ESTA LUCHA DESPROPORCIONADA, DONDE ANTE APARATOS DE ESTADO POTENTES, LOS INDIVIDUOS NOS sentimos UNA Y OTRA VEZ DERROTADOS, NO TANTO COMO PERSONAS, SINO COMO SOCIEDAD. Como individuos nos intoxica, nos enferma hasta la muerte en vida, tanta mediocridad, tanta mezquindad. Hay días en que uno se puede sentir enormemente asqueado, y entonces, entender los actos descomunales que entraña la desesperación.
Hay días en los que ni la lluvia se salva y se llena de rabia, y se parte en cachos todo, menos el pan...

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma 
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

                           son los HERALDOS NEGROS, que Cesar Vallejo, estupefacto, ante tanto dolor...
Pero ahí esta mi amor, los amigos, la gente con sus valientes vidas, su resistencia y su risa, para levantar el alma al cielo, maldecir las iglesias del dolor y la injusticia, los dioses sentados en los consejos de administración de la miserable abundancia...y tomar de nuevo partido por la vida, contra la mediocridad y el miedo, partido por la igualdad y la justicia, por vivir dignamente hasta que la muerte nos una para siempre.